lunes, 14 de marzo de 2011

BENGALA OCCIDENTAL: Darjeeling y Kalcuta

Bengala occidental (en la zona este en frontera con Bangladesh) es una región de contrastes de una gran diversidad cultural y geográfica, cuenta con el gigantesco golfo de Bengala compuesto de un extenso laberinto de manglares al sur, la plana llanura del Ganges cuajada de campos de arroz inundados en la región intermedia y por ultimo al norte la poderosa cadena montañosa de los Himalayas, refugio de orquídeas y animales excepcionales.
Darjeeling es una población de montaña situada en una escarpada cadena montañosa a 2.134 metros sobre el nivel del mar (lo que hace que sus casas se encuentren en empinadísimas calles). Es famosa por el Té de Darjeeling, cuyos infinitos campos salpican todos los paisajes, pero sin duda quizá lo mejor de todo son las hermosísimas e imponentes vistas del Khangchendzonga, el tercer pico mas alto del planeta con 8.598 m, si uno tiene suerte y el día amanece caprichosamente soleado y libre de niebla (lo que es muy difícil en febrero).
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Estas tierras montañosas pertenecieron a los reyes budistas Sikkim hasta 1780 que fue invadida por los guerreros Gurkhas procedentes de Nepal. Esta agresiva invasión entraba en conflicto con los intereses británicos y tras varias batallas la Compañía de las Indias Orientales se hizo con el control en 1816 para devolvérsela a los reyes de Sikkim a cambio del control británico de las fronteras y para hacer de esta region un enorme salón de te, enormes mansiones coloniales inglesas dominan las colinas bajo las cuales se extienden interminables plantaciones de te. En 1835 dos oficiales británicos descubrieron el monasterio abandonado de Dorje Ling y viendo su maravillosa situación estratégica pidieron arrendamiento al rey de Sikkim que acepto agradecido a cambio de la protección británica. Así nació la población de montaña de Darjeeling hasta los 109.160 habitantes que tiene hoy en día, muchos indios poseen las facciones y rasgos de los nepalies, pues durante el crecimiento de Darjeeling hubo emigraciones masivas de trabajadores gurkhas desde Nepal hacia esta región.
Tras la Independencia de la India, los gurkhas se convirtieron en la principal fuerza política y desde entonces las desavenencias con el gobierno estatal les ha llevado a revindicar el estado de Gorkhaland (como parte de India pero independientes de Bengala Occidental) en múltiples ocasiones, acompañadas la mayoría de ellas de disturbios y violencia. Aunque la región posee un elevado margen de autonomía con respecto al estado, mas que en otras regiones de la india, todavía sigue existiendo un enorme conflicto por la independencia, incluso la Organización para la Liberación de Gorkhaland (GLO) cuenta con un brazo armado, la Célula de Voluntarios Gurkhas (GVC) que continúan llamando a la secesión.
Cuando nosotros llegamos a Darjeeling hacia un mes que la ciudad estaba en huelga (sobre todo de transportes), por lo que nadie había podido ni salir de Drjeeling, ni entrar desde la ciudad de Siliguri. Tuvimos la suerte de que habían parado la huelga por 4 días para reabastecerse y volver a la carga, por lo que nos dio tiempo a ver lo mas importante de la ciudad y salir corriendo lo mas pronto posible. Cuando nos marchábamos por el empinado camino nos cruzamos con unos cuantos furgones de policía y del ejercito. No pintaba muy bien.
El abuelo dueño del hotel en el que nos quedamos nos contó que era un conflicto imposible de resolver porque los gurkhas estaban solicitando para Gorkhaland un territorio demasiado extenso en el cual mas del 80% de la población ni siquiera quería la independencia como por ejemplo en Siliguri, en resumen, que solo eran mayoría en Darjeeling y en un par de pueblos mas, además nos contaba que Darjeeling y el resto de la supuesta futura Gorkhaland (para mi que esto lo empezó un vasco que pasaba por aquí jeje) no eran independientes económicamente, por lo que la independencia no iba a hacerles ningún bien ya que hasta su principal negocio (el té) estaba decayendo por la bajada de precios y su segundo negocio (el turismo) estaba parado por los disturbios y la violencia.
Si el tiempo y la situación política  lo permite, en Darjeeling hay muchas cosas que hacer, como era pleno febrero y solo teníamos tres días, tuvimos que renunciar a dos cosas muy interesantes en favor de otras, la primera un trek de 3 días por los pueblos de la cordillera en la frontera con Nepal (habrá que dedicar un viaje exclusivo a Tibet y Nepal en otra ocasión) y un trekk de 6 horas despertándose a las 3 de la mañana para ver amanecer sobre el Khangchendzonga desde el monte del Tigre, a 10Km de Darjeeling (no fuimos porque los locales nos dijeron que en esta época la niebla lo cubría todo y era una paliza sin recompensa). Al final nos quedaban pocas opciones, así que decidimos visitar el zoológico (al que fui renegando pues odio los zoológicos, pero con esperanza de conocer el proyecto de cría en cautividad del leopardo de las nieves que lleva en funcionamiento con éxito desde los 80), el gigantesco jardín botánico, las callejuelas de Darjeeling y todos los miradores del Khangchendzonga que hay a lo largo de la ciudad.

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La primera noche fue muy oscura, sin estrellas y muy fría, hay que tener en cuenta que estos pueblos de montaña no tienen las facilidades de los pueblos de montaña europeos, es decir, los hoteles no son un refugio calientito al que se agradece volver tras poner los pies en la nieve, que va! son lugares fríos, no hay calefacción y húmedos, el agua caliente solo corre a unas horas y a veces se esta mejor en la calle, pues al moverte generas calor, en el hotel, al estar parado, baja la temperatura corporal un montón y te quedas pajarito hasta que creas una pequeña atmósfera reconfortante bajo las 4 mantas!
El día amaneció con una niebla espesa, la luz se colaba por ella y solo a intervalos se podían ver los edificios y casitas del valle mas inmediato, absolutamente nada mas allá. Por la mañana nos acercamos al zoológico  (que es el único zoo del mundo situado a esa altura sobre el nivel del mar). Que decepción! Que angustia! Se trataba de un zoológico como otro cualquiera, herbívoros en recintos abiertos con foso que te miran con la misma curiosidad que tu a ellos, grandes carnívoros encerrados en jaulas de unos 30 a 100 metros cuadrados dependiendo del tamaño. Algunos de ellos loquitos perdidos dando vueltas sobre si mismos. Aves magnificas en jaulas de 30 metros de alto. Un oso solitario en un recinto "grande" pero sin árboles y foso. En fin, animales del frágil ecosistema del Himalaya a la vista de cualquiera y sin esfuerzo. Para colmo el centro de educación ambiental, del que yo esperaba absorber todo tipo de información y encontrarme a alguien que me explicara qué había conseguido el proyecto de cría en cautividad, estaba en obras y no había absolutamente nadie por allí que me convenciera de que aquel circo de animales tenia un propósito final de libertad para nuevos individuos. Que tal vez el sufrimiento de unas cuantas madres y padres encerrados de por vida tenia su recompensa en crías futuras viviendo en relativa paz en los Himalayas, pro lo menos esa era mi duda y mi esperanza, que al final no pude resolver. Aun así leímos que desde que empezó el programa había 18 nuevos leopardos de las nieves en el Himalaya.
Los animales eran magníficos, de una grandeza impresionante, bellos,  hermosos, admirables, perfectos! pero siempre cautivos. Yo me negué a hacer fotos, porque estaba enfadada y la reja no me dejaba disfrutar de semejante belleza, ya no había nada que me sacara de mi tristeza. Los prefiero libres, siempre, aunque eso suponga que jamás pueda verlos, me basta con saber que existen en alguna parte del mundo. Prefiero un documental de la dos. Pero Kike, que es estaba igual de decepcionado y triste, pero es algo mas sensato y no tiene la desmesurada hipersensibilidad que me caracteriza para con el reino animal, sacó algunas fotos. Estas son algunas de ellas.

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Al objetivo de la cámara también le costaba fotografiar la belleza sin ver la reja, por muy difuminada que parezca, eclipsada por la mirada del tigre, sigue estando ahí como algo borroso que molesta a la vista.
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El zoológico contaba en su extremo mas occidental con un centro de entrenamiento de alpinistas, aquí el gobierno indio ha formado a los alpinistas indios mas famosos y sigue formando a jóvenes. Los alpinistas se internan aquí por meses y tienen practicas de escalada en un rocodromo, de manejo en hielo, deprivación de oxígeno, etc. El centro tiene también un museo que cuenta las primeras expediciones internacionales a los picos del Himalaya, los materiales que se usaban hace años y los que se usan ahora, fotografías de los ascensos, etc.
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Lo mejor una maqueta enorme, de unos 10 metros cuadrados, de toda la cordillera de los Himalayas a escala en la que los picos y las montañas tienen una minibombilla y puedes orientarte pulsando el botón de un pico concreto y viendo que bombilla se enciende en la maqueta. Por fin un mapa claro y evidente de los picos mas altos del mundo. Una pena que no permitieran fotos a la maqueta!
Mientras recorríamos el camino de vuelta a Darjeeling  la niebla seguía siendo espesa y no dejaba ver mas allá del propio valle, así que era imposible avistar el Khangchendzonga.

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Pasamos el resto de la tarde paseando por Darjeeling y en la habitación, pues cuando nos disponíamos a visitar unas plantaciones de té de una empresa familiar, el cielo se puso negro y rompió a llover de una manera intensisima seguida de una breve pausa que presagiaba algo mas gordo, una granizada brutal con bolas de granizo del tamaño de las antiguas canicas de plomo. Un espectáculo que por otro lado nos interrumpía el ritmo forzado de visita que nos imponía la huelga. Un desastre que a la mañana siguiente supimos apreciar.
Prontito por la mañana descubrimos que seguía habiendo la sempiterna neblina, pero esta vez mucho mas disoluta, menos espesa. Ilusionados, pero dudosos no dirigimos directamente y sin desayunar a los miradores y como por arte de magia el la niebla cubría todo el cielo excepto las inmediaciones del Khangchendzonga!! La niebla era tal que las fotos son literalmente una mierda, es decir, son lo mas lejano a la realidad, no hacen para nada justicia a la imponente presencia de la tercera montaña mas alta de la superficie terrestre. Y mira que lo intentamos con todas los settings de la cámara. Imposible!
Semejante visión es indescriptible, no puedo imaginar que sentirán los alpinistas que hayan llegado hasta su cima, supongo que mi sentimiento de grandeza, de expansión interior, de disolución absoluta con el entorno, solo debe ser una fracción su sentimiento.

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Después de una horita larga embobados con la montaña, partimos a ver el famoso jardín botánico. Dado que era febrero todo el gigantesco jardín tenia un enigmático aire invernal, evidentemente, no es la mejor época para visitar un botánico, pero aún así mereció la pena alejarse del ajetreo de Darjeeling para disfrutar de los árboles, las plantas y las flores.
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Para viajar a Calcuta, al sur de Bengala Occidental, hay que dejar a tras las montañas y bajar a Siliguri a tomar un autobús. Siliguri es ruidosa y fea, un horror después de bajar de las montañas, pero el autobús que contratamos para las 15 horas de viaje tenia muy buena pinta por fuera. Por dentro resulto ser muy pequeñito, como una cueva de techos bajos y el conductor resulto ser un kamikaze loco al que no le importaba nada y al que parecía que habían pagado un plus si llegaba antes de lo previsto a Calcuta. En resumen, fue imposible dormir, lo que al principio nos hizo algo de gracia, luego nos pareció un infierno, los botes eran insufribles y Kike chocaba todo el rato su cabeza contra el techo. Llegamos a Calcuta hechos polvo.
El recibimiento de la ciudad fue horrible, hoteles decrépitos, mohosos, sucios, desconchados, con agujeros por baño por precios desorbitados (desorbitados para lo que es India). Yo no se cuantas vueltas dimos, estábamos cansadísimos y en cada hotel había que subir nosecuantos pisos para ver otra habitación de mierda. Después al salir a la calle, mas de los mismo, buscavidas buscando hacer su comisión contigo, interrumpiendo de continuo la conversación con tu pareja, auténticos campamentos de gente muy pobre, niños pequeños sucios y descalzos, con bebes pidiendo limosna (para la mafia que hay detrás), perros callejeros hechos mierda y sin pelo buscando entre la basura, yonkis consumidos por la heroína y el opio con heridas descomunales en los brazos....lo mas duro de India concentrado en las 2 calles con todos los albergues para mochileros.
Acabamos en un hotel relativamente limpio y relativamente caro. No hicimos otra cosa que dormir, descansar, salir a cenar al restaurante de la esquina y volver a la habitación a dormir. Sin embargo la sorpresa de Calcuta, lo que hizo que cambiara el resto de nuestros días en esa ciudad fue un encuentro sorprendente con Rubén, el ex-coordinador de ACNUR, para el que trabajé este verano con mi amiga Sheila, que además es muy amigo suyo y por ende mío, así en mitad de la calle, de hecho él me reconoció a mi primero, cuando me llamó pues pensé que era otro "loquito" mas, pero no, era RUBEN!! mucho mas delgado y con el pelo corto. Me enteré ahí que había dejado ACNUR y que se había venido 3 meses a India con su mejor amiga Maria. Por lo visto habían llegado a Calcuta para quedarse unos días y llevaban mas de 2 semanas metidos en varios voluntariados, el de la Madre Teresa de Calcuta y otra ONG de médicos curando enfermos y yonkis en la calle. Nos invitó a tomar unas cervezas pero estábamos tan reventados que quedamos con él en pasarnos al día siguiente por la tarde-noche por su hotel. Que subidón me dio encontrarlo, en un chico muy especial, con el que te ríes un ratazo cada 5 minutos!!

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Maria y Rubén

Al día siguiente nuestro máximo empeño fue buscar las oficinas de turismo de bengala occidental para ver que paquete turístico ofrecían para visitar la reserva de tigres de Sunderbans (los manglares). Resulto ser bastante barato en comparación con los tours privados, pero vas en un barco junto a otras 45 personas que no es la mejor manera de ver fauna salvaje, por otro lado los tours privados nos pedían una pasta y la probabilidad de ver tigres es muy baja y nosotros habíamos visto ya unos cuantos ecosistemas de manglar en África. Así que desistimos de visitar Sunderbans (he de decir que yo desistí con algo de resquemor porque me flipan los manglares, pero convencida de que hacíamos mejor en guardar el dinero para la reserva de elefantes de Kerala...no se puede hacer todo!!)
El paseito al menos nos sirvió para ver algo el estilo ingles de la ciudad.

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Esa noche quedamos con Rubén en su hotel, el Paragon (a una cuadra de nuestro hotel) y conocimos a Maria y a unos cuantos españoles mas que se alojaban también en el albergue. Aunque el lugar era un agujero en cuanto a la pésima calidad de sus instalaciones, el ambiente que se respiraba allí, con viajeros de todo el mundo (especialmente españoles y japoneses) era genial y el precio de las habitaciones mas asequible, así que decidimos "mudarnos" allí al día siguiente a ver si con un poco de suerte nos tocaba una "habitación" libre de chinches (que haberlas las había en algunas habitaciones). Al día siguiente hubo suerte y a las 11 de la mañana ya teníamos una habitación sin chinches en el Paragon. Ese día conocimos a Borja, de Gandia, a Marcelo, un chileno de lo mas lindo y a Dario, un italiano asentado en Barcelona, con los que hemos compartido, junto a Rubén y Maria, 5 días de los mas especiales de este viaje.

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Marcelo

Al día siguiente nos apuntamos Kike y yo al Voluntariado de las Hermanas de la Caridad, fundado por la Madre Teresa de Calcuta, esta congregación cuenta con hospicios (edificios de la hermandad) por toda la ciudad de Kolkata, pero su trabajo se centra en tres comunidades, la primera, en el hospicio Nirmal Hriday, esta dedicado al ciudado de los moribundos (a la que en realidad nos habría gustado dedicar nuestro tiempo, pero que a la vez es la mas concurrida de voluntarios, por lo que hace mas falta una manita en otros hospicios), luego esta el hospicio de Shisu Brahavan para niños huérfanos y por ultimo el hospicio Prem Dam, para enfermos mentales o físicos. A este último es al que nos dedicamos Kike y yo por ser el que menos voluntarios recepciona (solo porque todas sus casas y edificios se encuentran a mas de una hora de la Motherhouse, que es el convento que hace de centro de recepción de voluntarios y además  esta la tumba de la Madre Teresa, su sencilla habitación, que han mantenido tal cual estaba y sus sandalias viejas y su cuenco de la cena desconchado.
El hospicio dedicado a los enfermos mentales esta dividido a su vez en dos hospicios, uno para mujeres, mas allá de la estación de Dum Dum, al que fui yo con Maria y otro para hombres, que es al que fue Kike junto a Marcelo, Borja y Rubén, en otra parte distinta de la ciudad. Cada mañana nos levantábamos a las 6:15 a.m y a las 6:45 a.m. salíamos todo el grupo del Paragon hacia la Motherhouse a desayunar un tanque de chai, un par de rebanadas de pan y un par de plátanos. Después del desayuno, los voluntarios mas religiosos cantaban una canción a modo de rezo, luego se cantaba una canción de despedida a los voluntarios que han finalizado su voluntariado y luego cada grupo de voluntarios parte en bus hacia el hospicio en que se trabaja.
En el hospicio de mujeres hay entorno a 70 niñas, las monjas las habían dividido por grupos según su grado de enfermedad y su capacidad de responder a distintos estímulos. Desde un grupo muy despierto que podia hacer cuentas, y levantarse y bailar y hacer manualidades perfectas, hasta un grupo de tres niñas sin movilidad y totalmente perdidas, pasando por múltiples grupos intermedios.
El primer día fue un poco difícil para mi porque no sabia muy bien que hacer, no sabia donde meterme, como trabajar con las niñas (aunque algunas eran mujeres adultas, la enfermedad las hace parecer niñas). En esa confusión me puse delante de tres niñas con un polio feroz que las había dejado el cuerpo retorcido y sus miembros eran la mínima expresión, dos de ellas solo se retorcían y gesticulaban con la boca y tenían la mirada perdida, la tercera niña no se movía nada y su columna vertebral era un caracol, por lo que tenia su cabecita a la altura de la cadera. Las tres habían perdido absolutamente todos los rasgos de mujer y tenían el cuerpo llenito de llagas. Sin darme cuenta me había puesto a trabajar con las que estaban peor de entre todas ellas. Me sentí totalmente impresionada, la traté de hablarles, de acariciarlas, pero solo se retorcían y no parecían responder a mis estímulos. Era la primera vez que me sentaba delante de unas enfermas tan malitas y en menos de 1 minuto me sentí bloqueada y conmocionada, con ganas de llorar y un tremendo impulso de salir corriendo. Maria que debió intuir que pasaba por mi cabeza y mis ojos, me cogió de la mano, me levanto y preguntándome si estaba bien, a lo que ni pude contestar, me llevo a una habitación con niñas también enfermas, pero capaces de responder a multitud de estímulos y que con un poco de cariño podías hacerlas reír con cierta facilidad. Ahí encontré mi sitio.
En el hospicio había una madre superiora bastante joven y agradable, un montón de novicias bastante cariñosas con las niñas y las voluntarias, unas señoras un poco bordes vestidas con sarees que creo trabajaban allí contratadas y entorno a 7-10 voluntarias. En la habitación a la que me llevó Maria había una novicia y una mujer con saree haciendo bolitas de papel maché con tres niñas sentadas en un banco, las niñas hacían las bolas y ellas las pegaban en una flor dibujada en un papel. En la habitación había otras 8 niñas mas sentadas en sillas de ruedas con mesita incorporada, las salude a todas, hable un poquito con cada una (no entendieron nada, algunas por su enfermedad y otras, como Shasa, con síndrome de down, que no me entendían porque solo hablaba bengali o hindi), pero todas ellas me miraban, algunas me pedían cosas que no entendía, otras se morían de la risa solo con que hiciera ademán de hacerle cosquillas, otras no querían saber nada de mi, otras me cogían con fuerza del brazo y si me iba con otras niñas se ponían celosas y hacían ruido llamando mi atención.
Ese día me puse a trabajar con una niña, que debía tener como unos 25 años, ella no era capaz  de hacer bolitas, pero diferenciaba los colores y si le dejaba bolas de distinto color en la mesa, y ponía pegamento sobre la flor de papel, ella, con mucho esfuerzo, pero con muchas ganas, cogía las bolas con su mano retorcida y las pegaba donde correspondía. Evidentemente la flor no era una obra de arte, y a los cinco minutos, vino la señora del saree a decirme que las bolas eran muy grandes y que la flor estaba quedando mal....¿?..¿? y ya la dije: ¿señora, esto en que consiste en que haga yo la flor y quede preciosisisisma o estimular a la niña? No contestó y se marchó refunfuñando. Me dio exactamente igual, seguimos haciendo bolas, si cabía mas grandes, para que la niña pudiera cogerlas mejor. Y de hecho me parece que la flor quedó increíblemente preciosa. Con otra niña hice una casa de bolas, esta no podía pega las bolas pero si hacerlas redonditas! A la niña de al lado la tiraba a la cara bolitas de vez en cuando y se descojonaba de la risa!
A las 8:30 llegabamos al centro, a las 10 había un descanso para tomar café, a las 11:30 se daba de comer a las niñas que no podían por si mismas y a las 12-12:30  cogíamos el autobús de vuelta a Sadder street.
Quizá la niña que mas me impresiono (una vez te acostumbras a todas ellas), fue una  niña de 13 años, quizá la única que no tenia enfermedades físicas ni mentales, pero tenia un trauma brutal. Había presenciado como habían quemado a su madre y luego la habían violado repetidas veces. No quería jugar, ni bailar, ni hablar, lo único que quería hacer era tocarte, y te cogía de la mano y te acariciaba super fuerte y luego quería abrazarte, de tal manera que te dabas cuenta que ella no sabia diferenciar el limite de las caricias y era difícil quitartela de encima y por ende darle un cariño que ella no interpretaba bien. Una de las veces que el médico estaba revisando unas fichas, la niña cogió mi mano e intento ponerla sobre el cuerpo del médico. Muy raro. Pobrecita, tenia una confusión sexual impresionante y hacia lo mismo cada día y con cada voluntaria. Cuando las novicias o las trabajadoras la preguntaban o hablaban se aislaba por completo y no hablaba. En los pocos días que fui allí nunca la vi sonreir.
Mi trabajo como voluntaria fue mas o menos el que os cuento, pero otras muchas voluntarias, quizá mas preparadas por que eran médicas o por tener mas experiencia o porque llevaban allí mas tiempo (como Maria) y se manejaban mejor, hacían curas a las niñas, les deban masajes terapéuticos, las cambiaban si se cagaban o meaban, les daban vaselina en las llagas...etc! Algunas de ellas se las veía muy dedicadas, yo no disponía de tantos días y por lo tanto me dedique a jugar con las niñas del grupo intermedio, pero es que de lo que me di cuenta al final es que la mejor manera de curar a enfermos mentales, es estar ahí, a su lado, estimulándoles con mucho cariño.
El hospicio en el que yo trabaje (Kike), llevado por curas, era mucho peor, por la falta de organización e informacion a cerca de los niños, no tenían fichas de ninguno ni sabias que les pasaba, como decia Ruben, a veces nos costaba diferenciar a los curas de los enfermos. Los niños estaban todos mezclados, los esquizofrenicos con los que tenian polio y retrasos mentales, con los de sindrome de down, con los que estaban atados porque se autolesionaban.... La atmosfera era impactante y, a simple vista el patio te daba ganas de darte la vuelta y salir corriendo.... Al final entre Marcelo, Borja, Ruben y yo hicimos un grupillo en el que uno hinchaba globos, otro les tocaba la guitarra a los viejitos, otro los ponia a pintar con ceras... Nadie te orientaba ni te decia lo que tenias que hacer, lo que mas hacia era cambiarlos cuando los pobres estaban meados o cagados y sobre todo contacto fisico, es increible lo que necesitan esos niños algo tan simple como un abrazo o una sonrisa.... Ningun niño se podia comunicar y unos pocos se apañaban en hindi, caminabamos un montón con ellos por el jardin agarrrandolos para que ejercitaran las piernas que los que las podían mover las tenían entumecidas de estar en la silla tanto tiempo, Son, un niño esquizofrenico y medio autista tenia unos cambios de humor increíbles, yo lo llevaba al desague del jardin porque el agua era lo unico que le calmaba, se quedaba horas embobado mirándola correr y sonreia, el resto del tiempo lloraba, o se intentaba acostar en pleno dia, y cuando se enfadaba tenia una fuerza descomunal para un niño de 12 años...

La verdad es que la experiencia me dejo un poco sin palabras y me ayudo a entender que poco importantes son las palabras a veces.....

UN ABRAZO A TODOS!!!

4 comentarios:

La Rubia dijo...

Hola mochileros, qué suerte que hayáis encontrado a otros españoles, así os han hecho más llevadera vuestra estancia en Calcuta, que por lo que contáis es estremecedora y pone los pelos de punta; supongo que habréis sentido impotencia y desánimo en algún momento, pero seguro que habrán agradecido mucho vuestro granito de arena.
Las fotos del jardín botánico son muy bonitas y a los niños les han gustado también las de los animales del zoo.Una pena que la niebla no deje ver el "Kachenzonga" ese o como se diga.
Seguid disfrutando. Besos y achuchones de Alba, Marina, Alex, Paco y míos.

ChacheDani dijo...

Uummmm que rico el Te... Podrias mandarme unas bolsitas, jejejejeje...
Cada dia os admiro mas... Me habeis hecho llorar y todo con el voluntariado de Calcuta. Os quiero. Mil besos

Gler y Fer dijo...

Hola chicos, la experiencia ha tenido que ser estremecedora pero a la vez gratificante, estoy segura que aunque no lo pudieran expresar os agradecen vuestra ayuda. Las fotos de la "gran montaña, son como siempre uan maravilla, es un pena que estuviera nublado, a tu tio David le van a encantar y le va a dar mucha envidia. Encontrarse a amigos tan lejos tiene que se muy reconfortante, me alegro por vosotros. Lo he dicho muchas veces pero vuelvo a repetirlo estoy muy orgullosa de vosotros, es un privilegio ser tu madre.

Gler y Fer dijo...

Otra vez soy yo, se me olvidaba deciros, que si el Zoo fue una decepción, lo pago con creces el jardín botánico, las horquídeas me han parecido una maravilla (la palabra más escrita, pero de verdad que se me han acabado los adjetivos). Un beso muy fuerte y hasta la próxima.