domingo, 10 de julio de 2011

Vientiane y el proyecto Un Lapiz, Un Dibujo.


Llegamos a la capital de Laos felices de haber dejado Vietnam atras. Esta capital de solo 230.000 habitantes, nada tiene que ver con el resto de grandes ciudades asiaticas, es tranquila, con apenas trafico, silenciosa, es decir, un balsamo despues del caos frenetico del centro de Saigon o Hanoi.
Por otro lado no nos parecio que tuviera un gran interes, tiene un par de templos importantes, el Pha Tha Luang y el Wat Si Saket, pero Kike estaba bastante malito, arrastrando la fiebre y el costipado que le habia empezado en Hanoi y yo que tengo ya un poco de sobredosis de templos pues me hice la vaga y me quede con Kike descansando.
Lo mejor que nos ha pasado en Vientian fue conocer a Joseba y el maravilloso proyecto Un Lapiz, Un Dibujo, y a maravilla, una bici que lleva a Joseba desde Vitoria hasta el sudeste asiatico, recogiendo dibujos de niños de todo el mundo y haciendo fotos a los susodichos y recolectando donaciones en una hucha para financiar una casa escuela para niños victimas de abusos sexuales con base en Bangkok.
Joseba viaja sin dinero a lomos de maravilla y no pide nada para el, solo para el proyecto. Duerme en los templos, en las escuelas y orfanatos que visita, en aldeitas lejanas con su tienda de campaña, en las casas de amables paisanos y siempre con el objetivo en la cabeza de reunir 300 dibujos de niños de todo el mundo.
El proyecto es impecable y tranparente, y lleva mucho curro desde que Joseba dio molde a la idea, por eso desde España varias personas lo apoyan directamente, pero tambien tiene patrocinadores (de material) y un monton de seguidores del blog y facebook que van aportando sus donaciones, grandes y pequeñas, a una cuenta.
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Pero Joseba y maravilla son humildes, un simple bocata y un cafe lo consideran echar una mano. Es una delicia escuchar la emocion con la que cree en este proyecto, como ha ido hasta los sitios mas remotos a por los dibujos y como ha ido encontrando gente maravillosa en su periplo dispuesta a ayudarle con un techo, con comida, con donaciones, con apoyo, con cariño. A todas nuestras dudas y preguntas el contestaba "la vida te va poniendo las soluciones, siempre aparece alguien o algo que te ayuda a seguir adelante". Aun asi debe ser duro, pues hay dias que no come nada en absoluto, dice que ya se le ha hecho el estomago, pero el hambre es hambre y el solo guarda pasta para los visados y continuar.
Cuando temine el viaje en Saigon y pueda volver a España, ojala la embajada de España lo ayude, va preparar la publicacion de un libro con los dibujos de los nenes para recaudar fondos, va a hacer exposiciones de las fotos y lo mas importante, va a recorrer España de arriba a abajo con maravilla para recaudar fondos para la casa escuela, 5 euros por donacion, se que va a conseguirlos de muchisima gente, el proyecto no tiene fallo y el empuje de Joseba no tiene grietas.
Esperadle pues en España porque llegara, pero mientras tanto os recomendamos encarecidamente que visiteis su blog:
Ahi encontrareis mucha mas informacion, videos, fotos, libro de visitas, colaboradores. Merece la pena, de corazon.
Aunque no habiamos planeado quedarnos en Vientiane, la compañia de Joseba era tan inspiradora que nos quedamos con el dos noches mas, una en una guesthouse de mala muerte, en la que nos quedamos hablando de proyectos de futuro hasta bien tarde y otra en un templo budista con las mosquiteras y las esterillas en una especie de terraza techada. 

 
A la mañana siguiente, mientras Kike y Joseba se acercaban al consulado de Thailandia para arreglar la visa de Joseba, yo me quedaba en un cafe con las mochilas y cuidando a maravilla.
Nos despedimos de Joseba un poco tristes y muy alegres a la vez esperando volver a verlo a nuestra vuelta a Bangkok y con la promesa de difundir todo lo que podamos a Un Lapiz, Un dibujo.
Un besazo a todos y gracias por seguirnos.

1 comentario:

Un lápiz, un dibujo dijo...

¿Cómo que es una delicia escucharnos? Delicia es conocer almas que continúan trabajando para que el Mundo siga girando en el sentido que debe hacerlo.
Amigos,un placer conoceros. Gracias por ese empujón necesario que nos disteis. Gracias por vuestro impecable trabajo del que estoy deseoso de hablar. Y gracias por permitirme llamaros, HERMANOS.
Un fuerte, pero que muy fuerte y sincero abrazo.