martes, 14 de diciembre de 2010

ELUBO - CAPE COAST

Nota:  nos hubiese gustado poner elresto de las fotos,pero solo las que veis aqui han llevado en total 6 horas de conexion!!!! asi que antes de cortarnos las venas de desesperacion hemos optado por poner una breve descripcion de las futuras fotos que pondremos cuando consigamos una conexion minimamente decente.


La salida de Costa de Marfil fue sorprendentemente rápida y la esperada llegada a Ghana fue un poco confusa. Nada más llegar a Elubo lo primero que hicimos fue cambiar nuestros Francos CFA a la moneda local  Ghanan CEDI pero el problema es que han aumentado por 10.000 el valor de un CEDI, es decir lo que antes te valía 10.000 CEDIs ahora te vale 1 CEDI, nosotros no sabíamos que se habían producido estos cambios, así que imaginad que movida cuando el tipo de la oficina de cambio nos quería dar muchísimos menos CEDIS (infinitos menos) de lo que nosotros habíamos calculado. Al final el tipo nos llevo a ver un poster explicativo con los dibujos de los nuevos billetes y su correspondencia con los antiguos billetes (como en España cuando cambiamos de la peseta al euro). Aunque al final comprendimos cual era el cambio verdadero todavía no teníamos muy claro cuánto costaban las cosas en realidad porque nuestra pequeña guía estaba desfasada en cuanto a los cambios y en cuanto a los precios. Poco a poco nos hemos hecho con la situación, pero los primeros días andábamos haciendo cuentas todo el rato.

Elubo era un chocante caos fronterizo, en el lado de Ghana lucia un enorme cartel diciendo que era un crimen tratar de sobornar a un policía y también un crimen que un policía te pidiera dinero, no os podéis imaginar lo agradecidos que estábamos de leer esto!!!!. Otra cosa chocante era la cantidad de tambuchos vendiendo mini cadenas, televisiones, mp3…. Y la cantidad de tiendas única y exclusivamente dedicadas al alcohol, vodkas, ginebras, guinness… impresionante viniendo de países musulmanes. Otro aspecto chocante es lo evangelizados que están, hay 34000 denominaciones de iglesias cristianas, al menos 10000 deben estar aquí, mormones, adventistas, metodistas, jeovatinos, cristianos, ortodoxos, evangelistas, adventistas del octavo dia, del séptimo, del ultimo, cristianos del Jesucristo de los últimos días, sionistas, rastafaris…. Whatever, you name it!!! Encima de todas las tiendas hay un cartel con frases del evangelio o frases del tipo: “God gives electronics”,  “the blood of Jesus”,  “God says phones”, “Yes my lord special Shito”, “No food for lazy man”, “Innocent blood fresh frozen chicken parts”, “Why worry?, relax God is in control”, “God loves refrigeration and air condition”, “the same as yesterday chop bar”, “Don,t mind your wife chop bar”, “In Jesus name fashion, wedding shop”…

Ni que decir tiene el daño que el exceso de evangelización le ha hecho a esta gente, aparte de los motivos obvios sociales y económicos y el daño inherente que este tipo de educación hace al pensamiento racional y progresista y la división en las aldeas entre animistas y cristianos, también ha contribuido a potenciar el sentimiento general de pereza, ya que cuando preguntas: ¿y como vamos a conseguir materiales para el tejado? En vez de organizarse la respuesta es: “Dios proveerá” o “si dios quiere” etc. Pero según parece Dios no tiene una compañía de aluminio…

Entramos a Ghana por la costa Oeste,  esta costa, abundante en pueblecitos pesqueros está plagada de castillos y fuertes de la época colonial (a día de hoy son patrimonio de la humanidad). Los primeros en llegar a esta costa fueron los portugueses que comerciaban oro con los reyes y comerciantes del reino Ashanti. Los portugueses construyeron los primeros fuertes y castillos para vivir allí y proteger el oro que obtenían del comercio hasta que fletaban un barco hacia Portugal con el preciado cargamento, de ahí el nombre que los europeos dieron a Ghana: “Gold Coast”. Más tarde se cambio el comercio de oro por otro producto igualmente lucrativo y abundante. Trata de esclavos. Pero para ese entonces ya no eran únicamente los portugueses los interesados en Ghana, también los holandeses, daneses, suizos, alemanes y finamente los ingleses. Los fuertes no se construían para protegerse de los pobladores locales, con los cuales comerciaban, sino para protegerse del resto de potencias colonizadoras interesadas en los mismos productos, durante dos siglos los castillos y fuertes eran conquistados sucesivamente por distintas potencias europeas. Los reyes y comerciantes del reino Ashanti (muy poderosos en aquel momento) atacaban otros reinos y poblaciones recaudando gran número de esclavos que luego intercambiaban con los europeos por armas, ginebra, muebles y productos manufacturados.

Nuestra segunda parada fue el pueblo de Bussua a medio camino entre la frontera y Cape Coast (no confundir con Cape Town en Sudafrica). El pueblecito nos pareció muy lindo, justo al borde de la playa, con pequeñas casitas a ambos lados de una carretera arenosa. El taxi nos dejo en el hotel más barato que encontramos en la guía y que se encontraba al final de la carretera del pueblo, pero justo antes de un par de hoteles espectaculares por el aparente lujo en comparación con el resto del pueblo. El campamento tenía como 8 pequeños bungalows unos metros alejados de la playa y un chiringuito muy bien montado al borde de la arena. Nos parecio precioso pero un poco caro para la calidad de los bungalows. En seguida entendimos que en realidad toda la zona era un lugar de descanso y  vacaciones para blancos (sobre todo ingleses, holandeses y alemanes). Era la primera vez que estabamos en un alojamiento donde exclusivamente vimos clientes blancos. No nos hizo mucha gracia pero la playa era tan chula y el chiringuito tan apetecible que nos quedamos 2 días, nada más que para tirarnos en la playa, pasear, lavar toda la ropa sucia, descansar, dormir, ir a internet y escribir en el blog las ultimas entradas. 





En cuanto a la comida, los precios del hotel nos parecieron un exceso, así que tratábamos de ir al pueblo a comer, pero extrañamente, al contrario que en el resto de África, nos resultaba imposible encontrar las típicas mujeres con enormes cazuelas vendiendo autentica comida Africana. Simplemente no había. Lo máximo que pudimos encontrar era unas chiquitas vendiendo sandwiches con tortilla francesa (esas fueron nuestras cenas), con las cuales no era fácil comunicarse, ya que el ingles local es casi irreconocible debido a la larguísima pronunciación de las vocales, por no mencionar que mucha gente todavía habla el pidgin que se origino a la llegada de los ingleses. Por suerte una mañana encontramos un pescador que nos ofrecía 1 kg de langosta cocida para comer en la mismísima playa, a 200 metros de nuestro hotel. Visto que el precio no era excesivo (aunque si un poco alto para nuestro presupuesto diario), nos decidimos a darnos ese lujazo! Que ricas!. Tres langostas rellenitas de carne y bien sabrosas.

 


Cansados del rollo playeo-parablancos nos dirigimos al siguiente pueblo. Elmina. Un pueblo pesquero superpintoresco famoso por el Castillo de San Jorge y el fuerte de San Iago (primera construcción europea en todo el áfrica subsahariana, en 1482 por los portugueses) que lo protege. Nada que ver con el pueblo anterior, este es mucho mas grande y su puerto pesquero es espectacular, con barcazas con banderas de todos los países del mundo (incluso el de España) y multitud de mujeres ahumando pescado en los alrededores del puerto. Los hotelazos tipo resort se encontraban alejados del  pueblo, así que ni los vimos, nosotros nos alojamos en un hotel bastante modesto pero agradable en el centro del pueblo.














A la mañana siguiente nos levantamos pronto para visitar el fuerte (dado que el Castillo más famoso es el de Cape Coast, y en realidad son todos muy parecidos, y al estar protegidos por la Unesco los precios eran exorbitantes, nos decidimos a visitar este y no el de Elmina). El fuerte que se encuentra en lo alto de una colina, no es muy espectacular en si mismo, pero las vistas que ofrece sobre el Castillo, el pueblo y el puerto con todos los barcos, son alucinantes.






Al día siguiente recogimos nuestros macutos y partimos hacia Cape Coast. Este pueblo es el más grande de la costa oeste después de Accra y es la capital de la región central. A parte de esto, es famosa por su castillo y los dos fuertes que lo protegen, el fuerte Victoria y el Fuerte William, ambos situados en dos colinas dominando el pueblo. Esa misma tarde recorrimos el pueblo con la vana esperanza de encontrar cena africana, imposible, la comida en Ghana aparte de difícil de encontrar no es buena además cocinan con aceite de coco, pero el paseo por el pueblo merecía la pena, en realidad es lo más parecido a un pueblo español de costa pero a lo africano, es decir, lleno de contrastes. Supermercados y tambuchos, casas coloniales y casas de adobe, un sistema de aguas residuales abierto entre la calzada y la inexistente acera, multitud de bancos…etc.

A la mañana siguiente visitamos el famoso “Castillo de Cape Coast” (se llama así), declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Por fuera el castillo no parece gran cosa, no tiene altas torretas, ni gigantes almenaras, no está situado en un acantilado impresionante, que es lo que cabria esperar tratándose de  un sitio protegido por la Unesco, pero una vez  cruzas la puerta y te encuentras dentro, entiendes porque. El ambiente y la atmosfera te envuelven y sus viejas paredes empiezan a compartir contigo, a través de gritos silenciosos, el enorme peso que la historia ha puesto sobre sus cimientos. El sobrecogedor sentimiento se va haciendo más fuerte mientras recorres todos sus recovecos con una experimentada guía que te va contando su historia, sus constructores, sus habitantes, los usos que le dieron y su futuro.

El Castillo cuenta con un museo muy trabajado, uno de los mejores que he visto, todo sea dicho, contando, con imágenes y texto,  la historia del comercio de esclavos desde sus orígenes hasta su fin con la abolición de la esclavitud y los resultados que esta ha tenido en las poblaciones afroamericanas hasta  nuestros días. Muy interesante.  

Los orígenes del Castillo de Cape Coast son un tanto oscuros, como la placa en honor a Obama que luce en el patio, se cree que los primeros en asentarse en el cabo fueron los portugueses, pero sucesivas capturas por parte de los holandeses, suecos e ingleses fueron modificando el asentamiento y la primera construcción data de 1655, luego fue modificándose y aumentado de tamaño hasta llegar definitivamente a manos inglesas en 1667. Cape Coast se convirtió en el centro de operaciones y la capital administrativa de la colonia inglesa hasta que la capital se traslado a Accra en 1877 y luego paso a manos del pueblo de Ghana con la independencia del país en 1957 (Ghana fue el primer país del Arica Occidental en independizarse).

Aunque ya os hablamos un poco de la historia de la esclavitud en la entrada de la Isla de Gore (Senegal), no esta demás recordar un poco esta funesta parte de la historia, más que nada como un pequeñísimo homenaje a los cientos de esclavos que perecieron tanto en el Castillo de Cape Coast como en la Isla de Gore. Lo mínimo que les debe la humanidad es la memoria no?

La historia de la esclavitud en África es mucho más antigua que la aparición de los europeos en este continente. Este lucrativo comercio era muy típico en las caravanas Trans-Sahara, recolectando prisioneros de guerra para su venta, y con la expansión del Islam, se acrecentó, exportando grandes cantidades de esclavos por la ruta norte hacia la costa Norte y hacia la costa Este llegando a Zanzíbar. Los portugueses llegaron a las costas africanas interesados en el comercio de Oro, tan abundante en esta costa, pero descubriendo la trata de esclavos descubrieron una nueva manera de incrementar beneficios. Los esclavos eran vendidos por los portugueses a los comerciantes de oro a lo largo de toda la costa africana. Cuando la presencia europea se hizo mas notable, el aumento de este comercio creció exponencialmente. Los europeos avivaban las diferencias entre los diferentes reinos y tribus (como hoy en día en Sierra Leona o las minas de coltan). Cuando las guerras internas estallaban se producían prisioneros en ambos bandos, prisioneros que luego eran vendidos a los europeos a cambio de armas (para continuar el ciclo y hacer mas prisioneros), cerámicas, textiles, ron, muebles, tabaco, en definitiva productos manufacturados, Ghana sufrió especialmente ya que tenia la población más aventajada físicamente. Con el “descubrimiento” de las Américas por parte de España, comenzaba lo que hoy en día se conoce como el comercio triangular de esclavos.

El comercio triangular de esclavos consistía en fletar barcos desde Europa cargados de productos manufacturados (cerámicas, textiles, ron, muebles, bisutería barata, etc) hacia las costas del continente Africano e intercambiarlos con los comerciantes de los reinos tribales africanos por esclavos, oro, pimienta y marfil. Luego fletaban barcos con esclavos desde las costas Africanas hacia el Nuevo Mundo donde eran vendidos o intercambiados por tabaco, cacao, algodón y azúcar. Estos últimos productos eran fletados en barcos hacia Europa desde el Nuevo Mundo cerrando así el triangulo.


El precioso castillo de Cape Coast tiene 3 pisos, en los dos pisos de arriba, encaladas en blanco y con enormes ventanales por donde entra la brisa marina, se encontraban las habitaciones, un pequeña capilla, una biblioteca y mini escuela y dos enormes salones donde se recibía el cargamento de esclavos para ser clasificado y marcado a fuego según calidades, edad y sexo. Desde estas habitaciones se accedía por una doble escalinata a un precioso patio central con una batida de cañones frente al mar. Desde el patio se accedía a los sótanos, compuestos exclusivamente por mazmorras donde se almacenaban los esclavos separados por sexos durante aproximadamente 3 meses antes de que zarpara el barco.



Las mazmorras de los hombres, estaban divididas en dos espacios,  donde podían acumular entorno a 500 hombres en cada una. Las mazmorras carecían de ventilación y luz, solo contaban con dos pequeños ventanucos en lo alto de los muros, eran muy húmedas y estaban completamente vacías. El suelo tenia pequeñas canalizaciones abiertas para que los esclavos pudieran defecar, pero estas nunca se limpiaban por lo que se atracaban continuamente. Los alimentaban dejando en el suelo cercano a la entrada montones de comida en el suelo sobre los que los esclavos se abalanzaban para poder comer algo. Cientos perecieron apiñados los unos contra los otros.


Las mazmorras de las mujeres eran de dimensiones y condiciones exactamente iguales a la de los hombres, dos espacios para 500 mujeres cada uno. En el caso de las mujeres muchas eran violadas por los oficiales, aunque otras tantas optaban por dejarse utilizar, ya que si por casualidad se quedaban embarazadas de un oficial, inmediatamente eran separadas del resto y su destino era quedarse a servir en el castillo por el resto de sus vidas (cosa que era mejor que nada ya que sus hijos podrían ser educados en el mismo).


 
Tanto las mujeres como los hombres que se resistían o se rebelaban contra este humillante trato eran encarcelados en celdas especiales (con tres puertas), sin siquiera ventanucos, sin comida y sin agua. Ninguno fue capaz de sobrevivir a las celdas de castigo.
De las mazmorras salían túneles estrechos hacia la puerta de no retorno. Los hacían desfilar uno detrás de otro, fuertemente encadenados, y los iban contando antes de que salieran por la puerta para ser embarcados en los barcos que los llevarían hacia el Nuevo Mundo. (Las vistas que hoy se ven desde la puerta de no retorno son mucho mas alegres, con multitud de pescadores, barcas de colores, redes de pesca y pescados secándose al sol)



En el barco no les esperaba mejor destino, eran apilados como sardinas en lata en los bajos del barco. La travesía duraba entre 18 meses y 3 anos según la suerte del viento y las mareas. Otros cientos perecían en el viaje.

Una vez desembarcados en las costas del nuevo mundo, los comerciantes montaban escenarios donde mostraban las cualidades de los esclavos para que los compradores pudieran elegir a su gusto. Las subastas de esclavos se anunciaban por los pueblos y ciudades dos días antes de que se produjera.

 
Una vez vendidos, pasaban el resto de sus días trabajando en los campos de algodón, café, tabaco o algodón que serian enviados a Europa. No olvidemos que aunque España no participó activamente en el trasporte de esclavos desde África al nuevo mundo, si participó en la compra masiva de estos seres humanos tan necesarios para trabajar en los campos de su nuevo imperio, ya que debido a su sed de conquista y a las enfermedades que allí llevaron, ya habían masacrado a más de un tercio de la población indígena amercicana.

No se conocen las cifras exactas acerca del número de esclavos transportados desde África hacia el nuevo mundo, la cifra varia de los 12 a los 25 millones. El comercio de esclavos empezó entorno a 1500 y durante los siguientes 300 años supuso un negocio formidable para las naciones colonizadoras. Un tercio de los esclavos acabo en Brasil, otro tercio en el Caribe y el resto entre los distintos países de las “Américas”. El comercio de esclavos no terminó hasta finales de 1870, aunque el comercio desde Cape Coast termino en 1807 con la abolición de la esclavitud por parte de los ingleses.

No hay mucho mas que decir al respecto. Solo queríamos compartir con vosotros los muchos minutos de reflexión que hemos dedicado a este asunto durante este viaje y también compartir con vosotros el sobrecogedor sentimiento que te recorre el cuerpo al recorrer estos espacios.

Seguimos contando nuestro viaje.

Desde Cape Coast decidimos hacer una excursión a Kakum National Park, uno de los mejor conservados bosques tropicales del Oeste de Africa donde habitan monos, 600 especies de mariposas, elefantes de bosque (un poco mas pequeños de lo normal y muy silenciosos) etc. A pesar de que el parque estaba bien conservado y muy bien organizado, la relación calidad de la experiencia-precio era horrible. Fue muy decepcionante, como amantes de la naturaleza que somos los dos, tenemos claro que la vida salvaje no se muestra sin más al primer curioso que asoma la cabeza. De hecho yo soy feliz sabiendo que en esos bosque habitan criaturas excepcionales, aunque no pueda verlas, sin embargo he de decir que el centro de educación ambiental era una pena, la parte accesible al público, estaba prácticamente pavimentada, el único paseo posible era de 1 hora y solo viendo un par de especies de árboles y lianas tropicales (que además ya habíamos visto en Indonesia). En principio teníamos pensado dormir allí para tratar de ver alguna especie en un paseo nocturno, con muchísima suerte quizá ver algún mono o elefante, pero visto lo visto estuvimos durante el día, hicimos el tonto dando ese paseo ligth y nos marchamos.



Al dia siguiente salimos hacia Mankessim al encuentro de un ex compañero de piso de Kike en Londres, Brandon.








2 comentarios:

Chache Dani dijo...

Mejoras en el blog!!!!
Contador de visitas, cada entrada en su pais correspondiente... Esto ya es un Blog Deluxe!!!

Como se nota que estais mas relajadillos en Ghana... Hasta en la forma de escribir, cuanto me alegro!!!

Y claro Helen como no tienes a Xena le haces mimos a una langosta... Por cierto, no se si te he dicho que estas fantastica...

Que envidia de veros en bañador cuando aqui en Europa están todos los aeropuertos colapsados por la nieve...

Un besazoooooo!!!!

Fer y Gler dijo...

Gracias, por recordarnos nuestra historia, pero seguimos haciendo esclavos, del consumo, del trabajo, de la guerra y un largo etc., pero es mejor tener memoria, sin ella la historia se vuelve a repetir.

Helena estas guapísima, de verdad no es amor de madre. Si te pudiera ver tu perra se pondría muy celosa, a ella le gustaria ser la langosta. ¿Esa no te dio pena comertela?.

Lo de que no podaís colgar fotos es un incordio, sobre todo por las horas perdidas en el ordenador. El blog cada vez está mejor, ya os daréis cuenta que os habeis quedado corto con el contador de entradas. Bueno chavales estamos deseando que llegue el 15 de Enero, mientras tanto un abrazo de oso.