viernes, 26 de noviembre de 2010

SALIR DEL PAIS

Al llegar a Labe comenzamos a organizarnos con Yaya para salir del país, lo primero era cambiar euros (solo nos quedaban 120), pero todo el mercado estaba cerrado y no se podía circular, los precios de todo habían subido ya que el país había cortado las exportaciones e importaciones hacia semanas, los tipos de cambio eran extremos porque la gente tenía miedo a la inseguridad posterior a la proclamación de la magistratura superior, todo estaba quieto así que Yaya y yo salimos por el barrio a preguntar a los libaneses y a los “pesos pesados” del barrio, nadie se quería arriesgar. Finalmente un amigo de Yaya nos llevo con su primo, que tras mucho deliberar y declarase “familia” cercana de Yaya me dijo que lo único que podía hacer era lo siguiente: dejar con él los 120 euros hasta el día siguiente mientras él me daba la mitad del dinero ahora y yo me iba con Yaya por la mañana para averiguar el cambio en el mercado, entonces volver donde estaba el y me daría el resto del dinero al cambio que diera el mercado en esa situación, Yaya me aseguro que el tipo era de confianza y era nuestra única oportunidad para salir al día siguiente así que tuve que aceptar. Mientras en el Saala (el complejo hotelero del barrio) el africano hijo de un general que había estudiado en Cuba (del que ya os hablamos) reunía un grupo de unas 40 o 50 personas (estaban prohibidos esos encuentros durante el estado de emergencia) en su bar que alimentaba con cervezas infinitas.


Por la noche nos acostamos con la idea de ir al día siguiente al mercado, conseguir dinero e información sobre la posibilidad de conseguir un taxi a la frontera más cercana. Fue un poco difícil dormir debido a las ráfagas de disparos que los militares no paraban de lanzar al aire para retener a la gente en sus casas hasta el fin del toque de queda. Acojone.

Al día siguiente salí temprano con Yaya para ir a al mercado, fue dificilísimo encontrar 2 moto-taxis, que además nos cobraron el doble porque le precio de la gasolina se había casi duplicado y con el pánico toda la gente estaba comprando para guardar en su casa. Llegados al mercado el espectáculo era desolador, ni un alma, la gente de los pueblos no bajaba a Labe por miedo a los militares y los disturbios y los vendedores estaban encerrados a cal y canto, el mismo paisaje de restos de barricadas y coches quemados se extendía por Labe. Tras mucho buscar encontré un tipo que cambiaba en la calle y tras mucho regateo acepto finalmente cambiar euros a 8700 francos guineanos. Nos dirigimos a Western Unión, le debíamos medio millón de arnacos a Yaya que no le podíamos pagar porque necesitábamos el dinero para salir del país, pero tampoco lo podíamos dejar en esas condiciones. La oficina estaba cerrada como todo, pero al vernos un militar nos acompaño a la puerta trasera donde pude hablar con el director, no había nada que hacer. Nos dirigimos a un banco para ver qué posibilidades habría de retirar dinero, de nuevo por la puerta de atrás, un patio lleno de gente exigía su dinero mientras el director gritaba que los comprendía, que el también tenía familia pero que no había dinero ni empleados, que volvieran a sus casas. Tratamos d comprar crédito para el móvil pero fue imposible, la exasperación y la desesperación se empezaba a apoderarse de nosotros.


Volvemos al barrio y buscamos al amigo de Yaya, este había roto el trato, decía que se había ido a cambiar el dinero por la mañana y lo que nosotros conseguimos a 8700 el nos lo da a 8000, discutimos con el por una larga hora, Yaya no sabe dónde meterse y se le cae la cara de vergüenza, finalmente el tipo dice que lo puede hacer por 8200 accedemos desesperados pero nos da 8000 y desaparece, a los 2 minutos ni rastro. Yaya no para de pedirnos perdón, pero “what goes around comes around” y alguien que te hace esa putada por 10 euros no es persona. Resultado: tenemos 100000 menos y no hay manera de conseguir más dinero.


Mientras Kike realizaba todas estas difíciles tareas yo me encontraba en la casa haciendo las mochilas y comiéndome las uñas pensando si podríamos salir ese día del país, preocupada por Kike y por Yaya que tardaban más de lo normal. Cuando a parecieron por la puerta, el suspiro fue como para recordar. En ese momento ya eran las 12 de la mañana y sentados en el salón decidimos probar en la estación de taxis de Senegal a ver si podíamos salir ese día, preocupados mas por nuestra seguridad que por continuar viaje a Costa de Marfil (frontera mucho mas lejana y en una situación electoral parecida).


Cuando llegamos el coche de la mañana ya había partido hacia una hora, aun así, mas por no perder la esperanza que por otra cosa, esperamos hasta las 3 de la tarde, pero no hubo ni un pasajero de mas para salir y no teníamos dinero suficiente para pagar las plaza restantes. Un poco después llamamos a la otra estación por teléfono y nos dijeron que quedaban solo tres plazas para la frontera de Costa de Marfil. Desesperadillos tomamos la decisión de ir andando a la otra estación para ver si salía un coche aunque fuera a Costa de marfil. Al llegar a la estación comprobamos que una vez más nos habían contando un rollo macabeo, allí solo había otros dos africanos, de Liberia, tan desesperados y como nosotros por salir del país. Otra vez decidimos esperar a no sé qué. Kike decidió acercarse al centro, de nuevo, a ver si por suerte funcionaba el cajero, yo me quedé en la estación con las mochilas. Se me ocurrió dar a Kike todas mis tarjetas de visa y gracias a no sé qué todavía una de ellas (la única vieja y sin chip) consiguió, de manera milagrosa, hacer salir dinero del único cajero de la ciudad. No os podéis imaginar la alegría: DINERO!! Ya era muy tarde para poder salir ese dia antes del toque de queda, asi que medio alegres medio tristes, volvimos a casa de Yaya esperando tener suerte al dia siguiente.


Otra noche de ráfagas de tiros al aire. Aún así estábamos más tranquilos, de día la cosa había estado en una calma precaria, pero calma, hacia ya 3 días que no había habido disturbios. La opción de salir por Senegal empezó no parecernos tan buena idea. Era una trampa. En cualquier caso teníamos que llegar a Togo por Ghana. Volver a Senegal implicaba volver hacia atrás, comprar la Visa de Mali (cuya situación por los secuestros tampoco era muy recomendable), pasar en cualquier caso por Costa de Marfil pero muchos días más tarde (es decir, en plenas elecciones, otra vez! No!). Nos pareció más inteligente salir cuanto antes por Costa de Marfil (una semana antes de las elecciones) aunque la frontera estuviera muy lejos y salir pitando hacia Ghana lo más rápido posible.


Nos levantamos a las 6 de la mañana y a las 7 estábamos en la estación. No compramos inmediatamente los billetes. Ya había una persona, con nosotros ya éramos 3 y luego llegaron dos de Liberia, éramos 5. Inocentemente pensamos que el sindicato de transportes nos ofrecerán salir en un coche de 6 plazas, solo faltaba uno! Pero por supuesto rechazaron la idea, porque preferían esperar más horas a que viniera más gente (ganar más dinero) y fletar un 9 plazas. Un fastidio increíble, pero como era relativamente pronto (las 10 de la mañana) tratamos de tranquilizaros y esperar como máximo hasta las 12 para montarla o pagar plazas de mas si era necesario. A la hora aparecieron 2 personas más, creció nuestra esperanza, ya éramos 7!!. Pero ellos tampoco querían comprar el billete hasta estar seguros de que el coche salía. Los de Liberia estaban tan desesperados como nosotros y nos aseguraron que un segundo coche (privado) iba a ir hacia Liberia y que seguro salía antes que el del sindicato. Nuestras esperanzas subían y bajaban como la espuma. Los del sindicato nos pidieron que compráramos el billete (cosa que normalmente no hacemos hasta que se llena), les dijimos que preferíamos esperar (si el coche no salía, o llegaba antes el privado, nos daba miedo que no nos devolvieran el dinero), pero los muy cabrones nos amenazaron con que si venia otra gente, les venderían a ellos la plaza y no a nosotros. En esa situación aceptamos pagar (un poco acojonados la verdad), pero hicimos prometer al tío que si aparecía el transporte privado antes de que saliera su coche nos devolvía el dinero (que ilusa). El coche no se llenaba y el privado no llegaba nunca. Empezamos a perder toda esperanza de salir ese día.


Una hora después se armó un revuelo incomprensible para nosotros en la estación, uno de los de Liberia recogía su macuto, otros se ponían a discutir, nadie nos explicaba nada, algo entendimos de que había llegado unos metros más allá de la estación el coche privado. Kike salió raudo y veloz hacia allí mientras yo me quedaba discutiendo con la gente cuántas plazas reales quedaban por comprar el billete, cada uno me decía una cosa distinta, que el coche privado no era seguro, que esperáramos que el coche del sindicato iba a salir ya mismo, otros que todavía quedaban tres plazas a rellenar, le dije al jefe que si quedaban 2 plazas por pagar las pagaba yo, me respondía que igual quedaban 3 y que si la gente se iba al privado igual había menos. Mientras tanto Kike discutía también con unos y con otros en el coche privado, pero nadie hacia caso a su enfado y angustia y nadie nos devolvía el dinero pagado, mentiras e incomprensión era lo único que teníamos, porque tampoco nos aclaraban si el coche privado pasaba por la ciudad a la que teníamos que ir. Al fin el jefe del sindicato de la estación nos prometió que si a las 13:00 no se llenaban las plazas y el chofer no quería partir en semejante situación, entonces nos fletaba otro coche con un chofer que si estuviera dispuesto. A las 13:00 cumplió su promesa y vino un tercer coche dispuesto, cuando estábamos empezando a cambiar los equipajes, el primer chofer cambio de idea y viendo que iba a perder toda la pasta del viaje, acepto llevarnos a los 6 que finamente estábamos allí. Nos pareció una broma, pero el jefe de la estación acepto su arrepentimiento y empezaron a empacar definitivamente el equipaje. Menudo subidón cuando oímos arrancar el motor! Eso es felicidad y alegría. Lo voy a recordar siempre.


El caso es que el tío saca el coche, lo aparca en otro sitio y cuando ya estábamos dispuestos a entrar, va y sale del coche, lo cierra y se marcha. Otra vez confusión y rabia. ¿Pero que pasa? ¿Por qué se va?. Le pregunto al jefe de la estación y me dice que no sabe porque se ha ido, que esperemos que vuelva enseguida. Casi reviento. No era normal. El cabrón tardó otros 40 minutos en volver, 40 minutos en los que casi muero de impotencia, cansancio y enfado. No paro de refunfuñar en francés y en español para que todo el mundo me oiga, empiezo a a odiar África y a maldecir a todos los africanos mentirosos y aprovechados. Ya no siento angustia, ni miedo, solo la nausea que producen las mentiras continuadas. En 40 minutos nos dio tiempo a comprender la estrategia, ésta había sido ilusionarnos con que salíamos para que no nos fuésemos en el coche privado y no perdieran pasta y lo de desaparecer y cerrar el coche era para seguir esperando a que alguien más pagara las plazas aun libres. Sobre las 13:40 llegó un chaval que quería venir, pero no tenía el equipaje preparado y quería que lo esperaran hasta las 15:00. Metí un par de gritos y no se porque, de la nada salió un viejo cojo con muletas que sentenció: Ya está bien, no vamos a hacerlos esperar hasta las 15:00 por un tipo que ni ha preparado su equipaje! Venga, todos a subir al coche! Os marcháis ya! Dicho y hecho. Un instante después estábamos dentro del coche y en marcha!


Nuestra plaza (porque era solo 1 para los dos) se trataba del lujoso asiento de copiloto. Uno de nuestros compañeros de viaje, el de Liberia estaba muy enfermo y necesitaba vomitar, pero el chofer (que ya nos había parecido un cabrón con pintas) no quería parar, así que el pobre lo paso bastante mal. Circulamos incluso pasadas las 18:00, pasándose por el forro el toque de queda y lq prohibición de circulación. A las 20:00 nos paro un control militar (en el cuartel ya había otros coches parados). Los militares tomaron los datos de la matricula y nos hicieron saber que debíamos dormir allí hasta las 6 de la mañana del día siguiente. No teníamos agua, ni comida estabamos rodeados de 20 militares armados hasta los dientes, y como unica luz la luna llena. Por suerte teniamos las esterillas y los sacos que inteligentemente habíamos previsto por si sucedía lo inevitable. Dormimos en un porche techado unos 70 pasajeros somnolientos, algunos con absolutamente nada, muchas madres con bebes (que por ciento aguantan todo). A las 4 de la mañana algunos encendieron fuegos para calentarse, lo que daba un aspecto lo más parecido a un campo de refugiados light.


A las 6 de la mañana, tras el rapapolvo pertinente a todos los choferes y ninguno a los pasajeros, nos dejaron continuar viaje. Paro 23 minutos en el primer pueblo y compramos agua y desayunamos 1 plato de arroz. El de Liberia estaba cada vez mas enfermo y se mareaba a la mínima, tenía un bulto enorme en el cuello que no supimos pronosticar. Llegado un punto al pobre no le quedo más remedio que vomitar por la ventana. El chofer paró y puso el grito en el cielo y mientras el de Liberia seguía vomitando el no dejaba de gritarle que era un cerdo y que debía ponerse inmediatamente a limpiar su taxi o no continuábamos viaje (que hijo de puta!!). Kike le dio nuestra botella de agua al pobrecillo y ayudo a otro de los pasajeros a limpiar el vomito mientras yo le decía al chofer que esas eran las peores maneras del mundo.


Llegamos a Nzerekore a las 15:00 buscamos un coche para la frontera, después de las vicisitudes típicas de una estación de taxis y la espera de 1 hora pertinente partimos hacia la frontera en la misma única plaza de copiloto para los dos, que suerte!! porque hemos ido hasta tres. Por suerte llegamos a la frontera antes de las 18:00, lo que no significa que nos dejaran pasar, pues la frontera cierra religiosamente todas las noches, para colmo se puso a llover infinitamente. Los militares, unos tipos bastante majos para ser de esa especie, nos alojaron en la habitación de un oficial de guardia, lo que supuso un gran alivio y sorpresa para los dos. Por la noche siguió lloviendo a cantaros, pero enseguida dieron las 6 de la mañana.


Cruzamos la frontera Guineana camino de la de Costa de Marfil. Fue ahí donde los militares ivorienses trataron de extorsionarnos por primera vez (hecho que se produciría sistemáticamente en todos o casi todos los controles), solicitando lo que ellos llamaban “derecho de paso” (200 F CFA) y “derecho de paso de equipaje” (2000 f CFA cada mochila). Por que era muy poca cantidad pagamos lo primero y nunca lo segundo, no insistieron mucho y nos dejaron pasar sin firmar los pasaportes, diciendo que eso era tarea de la gendarmería, situada en el pueblo de Spirou a 1 km de allí.


Al llegar al pueblo, nos despedimos del taxista y con las mochilas entramos en la gendarmería. Tuvimos que esperar al capitán cerca de 30 minutos, cuando llegó nos hizo pasar a su despacho para extorsionarnos, esta vez en privado. El cabrón nos pidió 5000 F CFA a cada uno, le contamos nuestra situación precaria (no había banco en el pueblo y solo habíamos podido cambiar a Francos CFA los Francos Guineanos que nos habían sobrado del viaje a Nzerekore) Le explicamos que llevábamos días solo comiendo 1 plato de arroz al día y una botella de agua para los dos, que necesitábamos llegar a la primera ciudad grande (Man) para poder retirar dinero del banco. No nos creyó y bajo la cifra a cobrar a 2000 F Cfa persona. Continuamos nuestro discurso durante 1 hora mas y el con el suyo sin sellar nuestros pasaportes. Cuando vio que no había posibilidad bajo a 100 F CFA persona, pero tb lo rechazábamos (500 Cfa es una botella de agua y teníamos mucha sed y no habíamos comido). Al final nos selló de mala gana el pasaporte y nos dejo marchar.


Eran las 8 de la mañana cuando llegamos con las mochilas a la gare voiture de Sipirou en busca de nuestro transporte a Man creyendo que sería relativamente fácil conseguir plaza y salir pitando. Tardamos 8 horas interminablemente desesperantes.


Aqui sufrimos los primeros ataques racistas de nuestra vida, es bien sabido el sentimiento xenofobo que caracteriza la Costa de Marfil pero no creimos que hasta ese extremo, los chvales nos gritaban: ya habeis estado demasiado aqui" y "blancos volveros a vuestro pais" y tambien "volveros a Espana manana", empezamos a preocuparnos un poco, estabamos casi sin dormir, sin comer y eran muchos y con las cabezas muy cuadradas.


Cuando por fin se llenaron la 3 plazas finales descubrimos que los cabrones nos habían metido 1 persona mas en las dos plazas pertinentes y que el minibús era una carraca que evidentemente nos daría mas de un quebradero de cabeza. El primero que la puerta trasera no se cerraba y debían sujetarla con una cuerda, a cada bote la puerta crujía espantosamente. A los 10 minuto llegó la primera parada ( de las que se producirían unas 15) para llenar de agua el refrigerador del viejísimo motor. También paro otras 10 veces en controles militares que pretendían que los pagáramos. También paro a cambiar 2 ruedas debidas a pinchazos varios. Y También paro 3 veces para desalojar a los pasajeros porque la carraca no remontaba las cuestas. Tardamos 8 horas en hacer unos 180 km. En ese momento casi rompo del todo, me dolía infinito la espalda por la mala posición, estaba reventada de los viajes anteriores, los racistas no dejaban de decir: Esto es África! Ya no podía más con nada. Me faltó no se que para explotar, echarme a llorar y dejarme consolar por las lagrimas. Para colmo a unos 4 km de Man el coche se paró y el chofer nos hizo saber que ya no tenía mas gasolina. Manifestamos nuestra más profunda disconformidad, eso no era África! Eran tipos como ellos los que habían creado esa frase para disculpar su ineptitud, su mala sangre y su manera de tratar a la gente como cargo. El chofer pago una moto para que uno de sus secuaces fuera a buscar 1 botella de litro de gasolina para que llegamos a la estación.


Llegar fue una especie de milagro. Estábamos deprimidos, cansados y asqueados, pero aun así Kike (que haría yo sin él) saco fuerzas para animarme y mientras yo compraba el ticket para el siguiente viaje (en un minibús con buena pinta) el se fue a buscar un banco y a comprar algo de comer y agua en mitad de la noche. Esa noche dormimos con nuestras esterillas sobre un banco de la estación. Estábamos tan tan cansados que dormimos como angelitos hasta las 6 de la mañana, sin apenas cambiar de postura.


Al dia siguiente salimos pronto en una furgoneta con asientos individuales!!!!!!! Nos las prometiamos felices pero no se acababa ahi, el viaje a Abidjan duro mas de 12 horas (550km) porque a la furgoneta se le esconjoncio el ventilador del motor, estuvimos tirados en la carrtera unas 4 horas bajo un sol abrumador. Despues continuamos el viaje con mucho cuidado pero como todo el cargo del equipaje iba dentro de la cabina de los pasajeros, incluyendo ninos que no paraban de llorar y mearse, varios gallos que se cagaban, vecinas de asiento con culos por los que habria que pagar minimo 3 plazas etc.... Helena empezo a desvariar un poco, muy entendible, y a pensar que estabamos muertos y que esto era una especie de purgatorio y hasta yo empece a creermelo, el viaje no se acababa nunca, parecia que Abidjan no existia, que era una mala broma de un mapa cabron, los controles se sucedian uno tras otro cada 25 minutos, si no era militar era de aduanas, sino gendarmes, sino policia... Y TODOS trataban de extorsionarte haciendote perder tiempo y presionando a tus companeros de viaje para que fueran ellos los que te presionaran a pagar. No cedimos y no pagamos ni un duro a esos militares cerdos corruptos que ahogan a su propia poblacion con amenazas y chantajes cuando no tienen ni para comer. No tengo palabras para describir la calanha de esa gente.


Por fin, tras otro control de aduanas llegamos a Abidjan, cojimos un taxi y nos pararon policias preguntando Que me habeis traido de Espana?. Nos descargarmos con esas escorias y llegamos al hotel.


























13 comentarios:

Marisol Humanes dijo...

Con todas las anécdotas que habéis pasado no se como os queda aliento para escribir, sois los dos muy valientes, yo en esas situaciones me habría muerto de miedo.
Me encanta seguiros, es como leer un libro de aventuras y además conozco a los protagonistas.

Muchos besos y abrazos de todos

Fer y Gler dijo...

Chicos, estoy llorando, es un viajes expeluznante, pero sobre todo lo hace espeluznante el saber que es de verdad, que no es una aventura de las que lees en las novelas. Sois unos valiente, y seguir siendo como sois, gente maravillosa y con sus ideas muy claras.

Los sindicatos de trasportes, la policia y los militares no hacen Africa, Africa la hace gente como Yaya y esas tantan personas que hos habeis encontrato que se avenguenzas de los que esa "gente" enseña. Papá y Mamá.

Anónimo dijo...

Que fuerte!Como para volver no?
Cuidaros mucho y mucho ánimo.
Bicos mil
Martinjoseana

Chache Dani dijo...

Joooooder!!!!
Pero mis niños... aun estoy noqueado del relato... es que no se que decir para daros animo porque con lo que acabo de leer no puedo hacer ni una sola broma. Tened mucho cuidadin please, Descansad unos dias y cagando hostias tambien de Costa de Marfil si la situación esta igual, que seguro que Ghana tiene mucho que ver y parece que la situación está mas tranquilita.

Os quiero mucho, cuidarse vale??
Mil besos!!!

Anónimo dijo...

hola soy tu padre y estoi pruebas

Anónimo dijo...

ya vemos que las pasais canutas pero sarna con gusto no pica recibi tus mensajes nosotros estamos bien las gormitas con sus catarrines y martin paso toda la semana en casa porque estuvo enfermo jesus de vacaciones por ares carlos por asturias jose muy ataereado con nuevos productos total que como veis todos a lo suyo cuidaros y venir cuanto antes no es vida pero si ews de vuestro gusto un fuerte abrazo d esta familia que os recuerda

Laura Merayo dijo...

MADRE MIA!mientras iba leyendo solo pensaba.. ya estan en un lugar seguro! porque nos han escrito esto! joder que valientes! mucho animo que ya despues de estos dias de angustia y desesperacion os tienen que venir dias buenos donde la gente se muestre agradable!se os echa de menos! cuidaros mucho!!

Jose Maria Llanes dijo...

Hola Chicos: Me alegro que estéis bien a pesar de todo lo que os ha pasado, que la verdad es impresionante de carayo.¡ÁNIMO!que seguramente lo peor de Africa ya ha pasado.
No obstante yo voy a ejercer de "cagao" del blog y voy a deciros que salgais a toda leche en dirección a Ghana, y que no dejéis de tener un puntito de prudencia que por esos lares nunca sobrará.
Helen, no desesperes, el mundo esta lleno de hijos de puta y África no tiene porque ser una excepción. Si a la condición natural de h.p le sumas la miseria, o le entregas un arma se eleva a la enesima potencia.
Kyke, como puedes ver hemos intenetizado a tus padres, con lo cual os pueden hacer un seguimiento más continuo del blog, y como puedes ver ya hace sus pinitos en forma de "Anónimo", le esta gustando la experiencia y seguro que se anima más. El paso siguiente sera montarle el Skype, pero para eso necesito unos ratos libres para enterarme yo de como vá, y en mi caso no abundan, pero en cuanto pueda lo intento.
Veo que nuestros diplomáticos son como los de Villaconejos, nada de refugio en la delegación consular o de ofrecer alternativas de salida del país. Es que Hollywood hace mucho daño.
Por otra parte, para que os hagáis una idea de la importancia que se concede por aquí al tema, no recuerdo ver en telediarios o periódicos nada referente a los disturbios que comentaís. Aquí de lo único que se habla es de los millones que hay que enchufar al sistema financiero Irlandes para evitar su bancarrota y de paso la de todo el euro, y de como los especuladores financieros después de hundir a Grecia e Irlanda apuntan a Portugal y España (como veis la única diferencia es que los hijos de puta de aquí llevan traje y corbata y en vez de sisar 10 euros sisan 10.000 millones). Es decir, que nos tienen acojonados con la crisis y las empresas siguen ERE que te ERE (la mía acaba de despedir a 257 personas, y es el 3 ERE que vivo en 4 años).
En fin, un besazo a los dos, a reponer fuerzas y hacia Ghana.Os llamaré.

Anónimo dijo...

MUCHAS FELICIDADES DE TODA LA FAMILIA BESOS Y CUIDAROS MUCHO
LOS LLANES

Anónimo dijo...

Bueno, Kike y Helen, he estado leyendo vuestro blog, que me ha mandado Pantxo, sintiendo envidia al principio y ahora flipando porque aquí llega muy poca información sobre Costa de Marfil, así que ahora andaba yo leyéndome noticias en francés para enterarme. Veo que estáis en una etapa dura del viaje, viviendo de cerca la cara violenta del continente, y sólo espero que pase pronto.
Os mando mucho ánimo desde Madrid y un fuerte abrazo!!
Carmen Largo (del colectivo donde Kike daba clases de español para inmigrantes)

Unknown dijo...

Estoy flipando con las movidas de estas ultimas semanas, mucho animo nenos. Ya tengo ganas de leeros otra vez y que nos conteis que las cosas mejoran.
Nosotros nos hemos mudado ya a alpedrete y esta vez si, tenemos sitio para colgar vuestra hamaca y prepararla para ciando volvais.
Mucha mierda en el teatro del mundo, os echamos de menos.

Anónimo dijo...

Zagales!!!!!
que hace un huevo que no escribis nada, y viendo vuestra anterior asiduidad y la etapa del viaje donde estais, no quiero ser una madre, pero me estoy preocupando. Todo bien? que como esta la cosa en Costa de Marfil...
Emilio me dijo que habiais podido pasar a Ghana, si es así supongo que estará más tranqui la cosa, pero aún así estamos deseando saber de vosotros.
Un besazo a los dos

Pancho y Clara

Unknown dijo...

JOOOODER NENOOOS!!

En donde os andais metiendo, jeje, andar con mucho cuidadito y serme buenos, jje, cuidaros mucho chicos, en serio mirar por donde andais y por donde pisais, ok? se os quiere,

UN ABRAZOTE DESDE GALICIA!!!

bikos