DAKAR

Primer día en Dakar, la llegada al aeropuerto de Dakar fue un caos, golpe de calor húmedo al bajar del avión y una cola infinita para pasar el control de pasaportes. Entrar en Senegal no requiere visado cosa que dice mucho de su hospitalidad natural. Aún así no hay que despistarse, la primera anécdota ya nos pasó justo al salir del aeropuerto. Allí supuestamente debía estar esperándonos Doudou, un amigo senegalés de Emilio. Un enorme senegalés nos hizo señas y en nuestro error le preguntamos que si era Doudou, el por supuesto contestó que sí y a nosotros no se nos ocurrió dudar ni un segundo, en los 15 minutos que duró nuestra relación con este señor, supo representar con esmero el papel de amigo de Emilio a la perfección, hasta que nos condujo hasta un tipo que decía ser el primo de Doudou y que el diéramos dinero por llevarnos hasta él, ahí empezamos a dudar….pero este no es Doudou? Y este nuevo quién es? El primo? Y entonces dónde está Doudou?. Al final renegamos de todos e hicimos lo que quizá debimos hacer todo el rato….llamar  Doudou por teléfono! El supuesto primo todavía me decía, con todo su morro, que era mejor que fuera él el que hablara por teléfono…Y UN HUEVO!! Por supuesto después de la llamada dimos con el verdadero Doudou que ha resultado ser un regalo para nosotros. Este es el verdadero Doudou:

Doudou y Kike frente a la embajada de Mali.

Doudou nos llevo a su casa e hizo gala de la bien merecida Teranga Senegalesa (así le llaman a la hospitalidad que es costumbre acá), el vive en un barrio senegalés muy autentico en una habitación mínima en la que solo cabe una cama, pero sin dudarlo nos “obligo” a usarla a nosotros mientras el dormía en el suelo, insistimos y discutimos por media hora pero en eso es totalmente inflexible, nos ordena la habitación, alquila los taxis, hace el desayuno…. Es como un papa senegalés… y nosotros intentamos compensarle cómo podemos.



Dakar es una ciudad sorprendentemente cosmopolita y viva, llena de etnias diferentes y de indios, chinos europeos, americanos…. Eso sí, al salir del distrito centro todo cambia un poco (bastante):

Otro contraste increíble es pasear por los barrios de los artesanos y ver tradiciones y arte milenarias mezcladas con los últimos móviles, todoterrenos, portátiles…. Una curiosidad es que en Senegal no existen compañías eléctricas y todo funciona con enormes generadores a gasolina y diesel. Orange se compro la ciudad entera y desde el estadio de futbol, hasta todas las comunicaciones, pasando por la gente de los semáforos que vende crédito y tarjetas sim, todo le pertenece. El francés de Kike evoluciona rápidamente, pero a veces tanto que se lanza a la piscina soltando una verborrea incomprensible y se queda tan ancho esperando una respuesta, que nunca llega, por parte de los perplejos senegaleses, que nunca han escuchado a un gallego hablando semejante idioma inventado. Petit a petit. C’est toujours ça reponse! Jajajaj!

estamos muy muy contentos de como evoluciona poco a poco el viaje, solo llevamos en senegal 3 dias, pero ya nos sentimos como en casa. En breve os contaremos tambien los precios de las cosas, lo que nos ha costado sacar las visas para el resto de paises que queremos visitar y demás. Un beso enorme a todos